Karlankona meditaba...rodeada de Bichos meditaba...
Camino de Valladolid con la todavía fresca resaca de la noche mágica recién pasada....
Todavía el sabor a polvo en su nariz....
Perdida la voz no sabe ni en cuál de los momentos emocionantes de aquella salida.....
Preocupada...con la cabeza más contante que sonante...contando ingresos...equiparando ingresos a preocupaciones...gestiones...subidas y bajadas de baúl...dobladas de ropal...búsqueda de lo que faltaba...que siempre tenía que faltar algo....
Revisando mentalmente la pila, la otra pila, la cuerda...la otra cuerda....la gorra...la otra gorra....
Un Bicho cantaba con la pequeña Quisquilla....la guitarrilla de viaje ..la guitarrilla enana
Karlankona rápidamente se dejó llevar meciéndose en ese pensar que alimentaba sus ganas...
Ese pensar que refrescaba la resaca, disimulaba la afonía y entonaba ilusiones....
Pensar en aquella que quiso ser..... En LA OTRA
.La otra niña...la que no fué...la que no se atrevió siquiera a pensar que pudiera ser
y...así gozó del viaje...olvidando posibles trastornos que de seguro podrían venir.......posibles análisis
que derivarían fácilmente al planteamiento del resultado adulto....
La otra....La otra....La otra....y...así Karlankona, Kilómetro a kilómetro, uno por uno desde Murcia a Valladolid edificó la ilusión
Y así Karlankona logró llegar a ser Pepica
Y así Pepica pudo llegar a lomos de su serpiente de agua, hasta un lago donde el cumpleaños más mágico que jamás tuvo siendo niña se le presentó inventado tan y más verdadero que ninguno de los que viviese en su realidad de niña pasada....y con sus juguetes jugó, cantó, soñó e invitó a todos a que fuesen esos otros niños que nunca les dejaron ser.
Albúm de fotos de Pepica y Los Bichejos en el Festival son de Aquí de Laguna de Duero
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